Trollflöjten (La Flauta Mágica)(1975)
DURACIÓN: 135 min.
PAÍS: Suecia
DIRECTOR: Ingmar Bergman
GUIÓN: Ingmar Bergman (sobre el libreto original de Emanuel Schikaneder)
MÚSICA: Wolfgang Amadeus Mozart
FOTOGRAFÍA: Sven Nykvist
REPARTO: Josef Köstlinger - Tamino / Britt-Marie Aruhn , Birgitta Smiding ; Kirsten Vaupel - Tres Damas / Håkan Hagegård - Papageno / Birgit Nordin - Reina de la Noche / Irma Urrila - Pamina / Ragnar Ulfung - Monostatos / Ulrik Fria - Sarastro / Elisabeth Erikson - Papagena / Erik Saedén - Narrador / Sixten Fark, Arne Henriksen , Jacobsson Sven-Erik, Ulf Johansson, Jonsson Folke - Sacerdotes / Bergman aparece brevemente en las tomas del público, al igual que Sven Nykvist, director de fotografía, y Donya Feuer, el coreógrafo.
PRODUCTORA: Sveriges Radio Productions
PREMIOS
1975: Nominada al Oscar: Mejor vestuario
GÉNERO: Drama. Musical
Adaptación televisiva de la famosa ópera de W. A. Mozart.
El príncipe Tamino se ha enamorado de la princesa Pamina, pero ésta ha sido secuestrada por Sarastro. La madre de la princesa, la Reina de la Noche, lo incita a rescatarla, prometiéndole que si lo consigue podrá casarse con ella... La historia, como se sabe, simboliza el proceso de iniciación de los aspirantes a la Masonería (a la cual tanto Schikaneder como Mozart pertenecieron). Bergman (que ya había tocado el tema de "La Flauta Mágica" en "La Hora del Lobo", de 1968, presentándola en teatro de marionetas) trata de recrear el ambiente original del estreno, en un pequeño teatro barroco, por lo que se filmó en una réplica de estudio del Teatro del Palacio de Drottningholm. El director introduce una serie de modificaciones al libreto (como el hecho que aquí Sarastro es el padre de Pamina, y que Papageno y su mujer son creaturas normales; además, se eliminan las referencias a Egipto, universalizando la historia) y rompe ocasionalmente el flujo del relato para recordarnos que estamos en una representación, con actores que esperan su turno fumando o leyendo diarios y comics, y público (destaca su propia nieta al comienzo). La ópera (cuya música fue pregrabada y sincronizada en el montaje) está cantada en sueco, no en alemán, quizá porque era un producto para la televisión del país y se trataba de masificar el arte.